sábado, 28 de marzo de 2009

"Sincericidio"...



¡Es curioso!!
Eso de "sincericida", lo dijo, en efecto, un hombre de Ciencia e Investigador de fama cosmogonal. Se lo oí de su propia boca a Don Albert Epstein -Betoto Epstein, para los amigos - en el Barrio de la Blanqueada, de donde es originario ese señor...

Este célebre y celebradso compatriota, no sólo descubría cada dois por ttres una luna nueva o macrobióticos microbios asesinos sino que como hobby, practicaba la papiroflexia. Llegó a hacer con cutro resmas, cuarenta y cuatro Cuaresmas...

En sus ratos de ocio, se dedicaba a la Gramática. "Manu militari",
invasía la Linguística y nos llego a proporcionar neologismos
espectaculares y tan brillantes que dejaban incomodados a los gerontifaltes de la RAE.
"Siincerididio", fue una de sus "troballas". Uno de sus hallazgos.
DEsde hace un tiempo, está buscando la metodología expresa, para enseñarnos la forma que tiene la "sinceridad" de suicidarse.

El problema está en que "suicidio", es matarse a sí mismo (sui),
como "homicidio" es matar a otro hombre (homo hominis hominis).
"Sincericidio" o "suisincerarse", es cuando la "sinceridad" se suicida. La "sinceridad", no el que es sincero.

"Homisincerar, sería matar a la "sinceridad", lo cual no deja de ser una tropelía gramatical... pues sabido es que la "sinceridad" no existe ni existió jamás... ya desde el mismo momento en que Caín mató a Abel y le contestó al Dios Padre: ¡Y yo que sé
ande se metió el guacho ese!

De todo esto... yo solo extraigo una simplísima idea y es que es mejor "suisincerarse" (sincerarse uno consigo mismo) que
"sinsincerizarse" con los demás.

Todo porque: "Homo homini lupus" "El hombre es un lobo para los otros hombres"

Y a la calceta..." Que es mejor que sea Betito Epstein,
quien nos resuelva semejantes galimatías...

La Tía de la Ría.
Zurcidora de enredes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario