domingo, 29 de agosto de 2010

Sine día...

¡Ave, Caesar, morituri te salutant!
*


Y tras la ruda batalla,
un silencio ominoso,
nace de las mil entrañas
por tierra diseminadas...
Y brotan de las raíces
de esa tierra asolada,
riadas de sangre espesa
que ahogan toda esperanza.

El Planeta se detiene,
el astro Sol se apaga
y una noche sombría
se apodera de las almas
de algunos supervivientes
que por sus muertes reclaman...

Las bestias y alimañas,
huyeron de un lugar
donde ya no habrá mañana.
y los cerdos en manadas
procuran su suicidio...
El cuervo despavorido
se estrella contra el cantil
de un mar siniestro y oscuro,
tambien presto a morir,
infestado, corrompido...


El hombre... mató la mar,
mató la tierra, mató la vida,
Se suicida...
Y si florece
un gramo de amor...
o renace una flor...
¡Los elimina!

¡Mataron los ríos,
mataron los mares,
queman los pinares
y aplastan los lirios,
no alcanzan los cirios
para funerales!


En la montaña, en la cumbre,
un espantajo de luto,
de aspecto disoluto
y ojos de mal odiar,
se puso a tremolar
con esquelética mano
un pendón de gran tamaño,
con letra de Putifar:
“HUMANOS:
POR UNA LEY DEL SENADO
¡ESTÁ PROHIBIDO
MATAR!”

¡Se nos viene la calina!
suspira un viejo paisano,
y con la boina en la mano
le dice a un viandante:
“Usted siga adelante
que más tarde o mas temprano,
si tiene un poco de aguante,
topará algún ser humano...”

..

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