Garrida moza topé
en Málaga, en la Plaza
en subiendo la escalera
que llevaba a la Alcazaba
.Ella iba en sugestiva
y precaria minifalda,
mostrando sus pantorrillas,
redondeadas rodillas,
y un poco más enriba,
otras hermosas cosillas......
Sólo una palabra: ¿cosa?
y contestó: ¡No en mi choza!
Le insinué: ¿ en la pradera?
¡No que tengo carraspera.!
Entonces vino un chon,
con dos pares de narices...
¿queréis ambos ser felices?
Acá las llaves del piso
que tengo en Santalices,.
¡y regalo las perdices!
Le di cien “maravedises”
y partimos con la moza,
rumbo a Villaviciosa,
onde estaba el bulín...
Ya alli, ella dijo:¡Al fin!
¡Al fin podré ver la cosa!
Tiraus en catrera vieja
por demás destartalada,
nos llego la madrugada,
la una, las dos, las tres...
y una vez y otra vez,
la cosa fue bien mostrada...
Me perdí entre enredaderas
de hojas enmarañadas...
Como jinete a horcajadas
de jaca de sangre real
fui un pingo del Escorial
veloz como puñalada...
...
Y la dejé en el catre
y me fui para mi casa,
donde esperaba Tomasa
con el mate y la bombilla...
Yo le dije: esposa mía,
¡hoy amasé mucha masa...!
Y comiendo los bizcochos,
la campana Berenguela,
dió a las siete las ocho
y nos fuimos a dormir
con ánimos de fingir
que ambos éramos dichosos...
O’Xan
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