SANDECES...
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Y olas descomunales
de insolentes medidas
atacan, descomedidas,
nuestro hermoso
litoral...
y no existe animal
por más animal que sea
que en este asunto no
vea
que es obra de un
anormal...
Un anormal voló
torres,
otro anormal voló
trenes
y aún no sabemos quienes
volarán el mundo
entero
cuando prendan el
chisquero
a misales y belenes...
El Santo Padre de Roma
Don Bergoglio, frunció
el ceño
cuando dijo un
extremeño:
¡que achante quien tenga
mar
que acá para navegar
lo hacemos en un
barreño!
¡Y a nadie importa
tres pitos
que se ahoguen los
chiringuitos
y las playas sean
barriales
y que fulanos de tales
se rían de los
contritos,
con carcajadas
bestiales...
O’Xan
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