Travizerías...

Traviz estaba "tranqui"... hasta que volvió la Polola a sacudirlo de su permanente modorra, tras la deglución de dos ristras de butifarras negras de Cochinelo Hermanos.
Parece ser que me considera culpable de toda su infelicidad, cuando lo único que hizo la Polola, fue despertarlo de su siesta intestinal y hacerle conocer la gravedad de su patología analógica digital, de la que no está dispuesto a curarse... pues sigue con su copioso copipaste que le origina insurgencias indeseadas con revoluciones sangrientas en su voluminoso tripaje. .
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Y Traviz está muy triste
porque la Doña Polola,
lo fustiga, lo amola,
y no lo deja fardar,
como si fuera el Gran Zar
con el disfraz de una trola...

Con sus batitas de cola
y sus sugestivas trusas
sueña en negras y difusas
aventurillass galantes,
con geniecillos errantes
y dulces princesas rusas... .

Sus excelsas chinas musas,
la Anaca, y la Dama Pata,
la China, La Negra Ñata,
lo tienen, al pobre, en vilo
y él... con su inocentre estilo:
¡Ni las hiere ni las mata! ...

Y a este ser maravilloso,
de tan sabias expresiones,
lo tendrá Doña Polola,
presente en sus oreaciones...
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¡Y no toque los cajones
y lárguese a Jasonjay,
pa la Unión o pa Sangay,
o a Mongolia de los chones,
donde se aceptan memones
y algún que otro julai.
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