sábado, 21 de mayo de 2011

Güevos, güevitos... güevones...


O bruxo Xan


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Agora estoy en el trance
de solucionar problemas,
enigmáticos dilemas,
preces, ensalmos, conjuros,
cocinando huevos duros
con un par de hermosas yemas...

Pero no... de codorniz
o famélica gallina...
Huevos de ave marina,
o de cóndor o cigüeña
de la Fauna extremeña,
aptos para la cocina...

Con sólo uno de esos huevos,
un hombre con pundonor
puede vivir sin temor
a sismos y cataclismos
vendavales, socialismos
y malos males de amor...

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