Mariela do Pazo
Te lo dije la otra tarde,
allá tumbaus n´el ribazo:
Mirá Mariela Do Pazo,
si me engayolan, me muero
y anque es cierto que te quiero,
de casorio… no hay caso.
Yo ando buscando en el aire
aromas de letras muertas,
poemas en playas desiertas,
rimas en cañaverales
y busco mis ideales
ande me cierran las puertas.
Un adarme de Poesía.
Una pizca de emoción
que transporte con unción
por ámbitos celestiales
la impiedad de mis males,
y mis ansias de perdón.
Y vuelo sin tener alas,
indecisa mariposa,
que hoy se posa en una rosa
y mañana en un nardo…
Muere en el vientre de un cardo
cuando estaba más gozosa.
Yo vivo de la quimera
me seduce lo irreal,
lo absurdo, lo irracional.
Vivo enterrando jirones
de mis propias ambiciones
y siembro más que bien…mal.
Ando a los saltos, chiquilla
como hambrienta langosta
y cada vez más angosta
es la senda que transito
sin que el perseguido mito,
recale en mi abrupta costa.
Las letras son muy escasas
y me deforman las frases…
Me gustaría hacer haces
de versos inconcebidos
y me salen retorcidos,
pedestres, sucios, rapaces.
Vos, Mariela Do Pazo,
volandera cantarina,
tu sindéresis afina
y mirá un poco más lejos…
Que quien te tira los tejos
puede causar tu ruina.
Elige sin fantasías
al que fantasías mate,
y no a un loco de remate
que sólo busca un renglón
trazau a la perfección
pa guardar en su petate.
Un recolector de panes
cosechador de lentejas,
pastor de muchas ovejas
que tenga a una reina en casa
y que mire como pasa
la vida, con las orejas.
…
Con un beso en la mejilla,
se despidió Xan da Ponte,
enderezó al Sacromonte,
ande lloran las gitanas
ayes, que las tramontanas,
matan en el horizonte.
A su amiga Mariela
la lleva, en su propia entraña,
por los caminos de España
y le canta sus canciones,
reviviendo retozones…
¡Y a Xan , le da la migraña...!
.
O Xan
.
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