Caballero generoso...
Paladín enamorado
de la bella Dulcinea,
atacada de disnea,
por requiebros del Quixote,
gritó, estirando el cogote:
¡Traiga p’acá todo el vino,
que yo ya tendré buen tino
¡pa que se pague a escote...!
¡Traiga del güeno doncella!
Tan cumplido caballero
no escatimará dinero
pa pagar tal encomienda...
que una copiosa merienda
no admite un solo pero...
¡Asín que presto al bujero
a traerme cuatro jarras
de esos zumos de las parras
que se crían en Valdeorras
y que lo toman las zorras,
los señores y criados
pa que todos sus pecados
se olviden entre las borras...
¡No es preciso que corras!
¡Es mucho mejor que vueles!
si supieras como hueles,
no tardarías un minuto
en ver a este viejo astuto,
olerte pelos y pieles...
¡Y no te quedes pasmada
n’el fondo de la bodega
que hay que regar esta vega
antes que sea de noche!
¡Apurate que el derroche
no durará hasta la siega!
O’Xan
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