viernes, 14 de octubre de 2011

Ateos -


ATEOS
(Papeles viejos)

Ateos…

Si no existieran las Religiones cuantas guerras, masacres, asesinatos se evitarían.
Gracias a Dios ...  soy ateo.
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 Con estas palabras se ha expresado alegremente, un redotero en estas páginas, terminando por agradecer a un Dios "inexistente" ser lo que es: un sin Dios. Necesitó un Dios para ser ateo.
Es como querer ser ápodo, quien ya no tiene patas.

Pareciera que este señor, tiene in mente que los ateos son los hijos predilectos de Dios.

Sin afán de polémicas al respecto de tan trillado asunto - hace miles de años que el tema es motivo de un permanente debate - quiero hacer unas ligeras reflexiones, sobre lo que sería el Mundo, si no hubieran existido las Religiones.

Cierto que ha habido innumerables guerras religiosas... y las sigue habiendo.  Pero las grandes guerras sufridas por la Humanidad, no han tenido motivaciones religiosas,  sino políticas, dejando al margen cualquier tipo de creencias de los beligerantes.  Me remito a las tres últimas grandes guerras, como ejemplo. En ninguna de ellas, lucho Mahoma contra Cristo, pongo por caso. Los americanos en Hiroshima y Nagasaki, no mataron sintoístas... mataron japoneses que se oponían a sus pretensiones expansionistas.

Creo que ya antes del nacimiento de cualquier sentido espiritual de la vida, que ciertamente fue muy prematuro, antes del panteísmo natural al que se anotaron los primeros homínidos...  ya antes de eso, los  primeros hombres, se masacraron a mamporrazos por un pedazo de carne o por una hembra casquivana o por un quítame allá esas pajas...

Si las Religiones nacieron, fue,  en parte, para paliar los malos hábitos adquiridos por esas incipientes poblaciones.  Tuvo que haber mucha sangre inocente derramada, para que los inocentes siguieran  siéndolo, y siguieran siendo  masacrados...  sin que se vislumbre que eso, tendrá algún día, solución de continuidad.

Me imagino el Mundo sin Religiones  Y me confundo... y me acogoto. Me aturdo ante el absurdo. Es como pretender que el hombre no tenga pensamientos.

Como aperitivo nomás, tengo que ver ese Mundo, sin Jerusalén, sin Roma, sin La Meca...  Sin la Biblia, ni el Corán... ni los Vedas.  Sin Buda, sin Cristo, sin Confucio, sin los miembros de Todos los Santos de los Últimos días... sin los Testigos y sus testimonios de Jehová o sin las Sinagogas con sus circunspectos rabinos...

 Sin la mística poesía de San Juan de la Cruz, de Santa Teresa de Ávila, de Sor Juana Inés, de casi toda la Literatura Universal.  Sin la Música gregoriana...
Me imagino a Barcelona sin la Sagrada Familia, a Roma sin el Vaticano y su Basílica, Nueva York, sin San Patricio, Paris sin Notre Dame... No existiría Miguel Angel, ni su Moisés o David o su Pietá... Ni la Capilla Sixtina...  Ni la Mezquita de Omar... ni la Iglesia del Palmar de Troya, con el Papa Gregorio...

No existirían Los Mandamientos de Dios, que aportaron a la Humanidad un comedimiento   en los procedimientos "inmorales" de la gente... 

No habría ateos, ni Procopios o Xanes, anticlericales.  Usted mismo, como no podría ser ateo, andaría rezando entre los matojos, para que hubiera un Dios al que poder negar y ser lo que es hoy,   ateo, gracias a las Religiones...

Me imagino la Plaza Matriz de San Felipe y Santiago, sin esos Santos y sin Matriz.  Y sin Capilla de San Cono en la Flórida, a donde vamos a pedirle que salga el 03, aunque después resulte que el jodido quinielero no te lleve el número.

Las mujeres sufrirían mucho.  Sin suntuosas bodas con blancos níveos y sones de Mendelssohn...  Las mujeres serían todas barraganas sin fe ni escrúpulos y no tendríamos tampoco esas Once mil Vírgenes, que dicen que hubo...  aunque no se sabe donde ni cuando...  Al menos yo no lo sé.

No podríamos, ni mucho menos, haber leído Las Memorias de una princesa rusa... o el Quo Vadis, La Imitación de Cristo, ni siquiera el Kamasutra...

No tendríamos los ejemplos de Juana de Arco, de la Madre Teresa, gente de todo dar y nada recibir...

Marx no habría podido escribir el Capital ni Lenin hacer la Revolución rusa. ¿Qué sería de Don Juan Tenorio… al no existir Doña Inés, ni tiernas novicias conventuales…? ¿ Y el Marqés de Bradomín...?

Es que es imposible imaginarse al Mundo, dejando de lado las Religiones.  Creo que es lo mismo que imaginar el Mundo sin dolores o sin placeres o pongo por caso... sin jamón de Jabugo o sin marisco de la Ría. Es algo superior a la proyección de mi nteligencia...  mucho más larga de lo que piensan algunos de ustedes... y más corta, seguramente de lo que yo me creo.

Pienso sí... que no es para pronunciar tan alegremente, esas frases con las que Vuesamerced, inició ese artículo.

Cuando tenga más tiempo... voy a pensar a fondo en este asunto, tan intrincado,  aunque crea que es una soberana pelotudez...

Lo tendré en cuenta en mis devotas oraciones.

¿A túa tía atea.? ¡
Endexanais!
La Tía de la Ría. 
Rezadora
.

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