ESCARMIENTO
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Prólogo
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En vez de poeta soy, Susana,
ahora, insigne historiador,
así que en vez de unos versos,
una historia ha de obsequiarle
el que porta:
el portador.
Si lee, comprbará
la incomprensión humana...:
Quise comportarme bien
y me cruzaron la cara.
Introducción
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Ella vivía en mi calle
y por tanto… yo en la suya,
y se llamaba María
Fernández de Rivadulla.
Era española,
por si urge aclaración,
su padre era de Castilla
y su madre de Alcorcón.
Ella… do Porto do Son.
Historia en sí.
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Un día… Verá… Un día…
un día hermoso de Sol…
los árboles… el ramaje…
Bueno… (¡Aquí va una descripción
paisaje… de cajón…!
¡de muy Dios y mío señor…!)
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Ese día - sigo el relato –
la encantadora Irene,
me pidió un verso “lato”.
“Un soneto me mandó hacer Violante”
pense yo… por un instante…
“ y en mi vida me he visto en tal aprieto”…
ya resignado a iniciar el cante,
seguí pensando, ya tomando asiento.
y al canuto de la pluma ya sujeto…
Y delirante…
después de lanzar un gran lamento…
¡ la besé ¡
…¡ y se vino abajo el Firmamento…!
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Enrojeció…
de roja pasó a lila
y sonó un canoro bofetón
que se oyó desde Sevilla,
Puerto de Santa María
y el pórtico de Corcubión…
¡ Por atrevido…! me dijo…
sinvergüenza… y besucón…!
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Aquel día en mi mejilla,
quedó el reflejo sin par
de mi tremenda osadía…
Quise hacer el mejor verso de mi vida,
y aquel mejor verso… ¡ No servía…!
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Epílogo
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Conque… Susana, no hago
más versos a petición…
¡he de evitar que mi cara
se convierta en acordeón!
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Epílogo
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El del que va por lana…
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Apocalipsis.
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O’Xan
(1960 –Montevideo.)
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