domingo, 29 de noviembre de 2009

¡No hay palabras! ¡Ni palabrotas!




¿Qué ha pasau en esta casa
que no se oyen ruídos
ni alborotos, ni quejidos
ni juasssses ni risotadas...?
¿Se le han roto las quijadas
a nuestros chones queridos?

¿O es que a todos "suspendidos"
de la almena, tiene el Velas,
mostrando sus caripelas
de color verde aceituna
al socaire de la luna
velados por las estrellas?

Y las parlanchinas bellas,
de brillante parloteo...
¿Ande están que no las veo?
¡Parece cosa del diablo
o como dijo San Pablo:
¡Callate Bartolomeo!

¡Increínle! ¡Increíble!
¡Lo veo... y no me lo creo!


Des Kisio
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