Mis dos puntitos.
(Sun dixit)
Ya hace más de dos días que no sé nada del viejo Poyo Toribio, el del cuerno mellado, ni del voluminoso Desperdicio Travís Pasafronteras, ambos simpáticos muñequitos de este Boj.
En la vida real, son dos funestos personajes... ¿funestos, dije?... No, dos honestos personajes, traídos por las mareas
atlánticas a nuestras playas, donde, repuestos de hambres acumuladas y miserias suburbanas, hallaron su modus vivendi, uno en Galicia y otro en el Andaluz de Ben Omeya y Chiquito de la Calzada.
Los extraño porque alegraban mi sedentaria vida de pueta loricopetudo.
Lástima que el Poyo Toribio, a consecuencia de los últimos descalabros sufridos en su hacienda y en su honrilla, ha envejecido más de los setenta años que iba llevando con cierto decoro. El pobre, que llegó a tener querida, esposa, secretaria y enfermera, en una sola persona, La Sarete... se quedo sin nada de la noche a la mañana, por las malas artes y buenas aptitudes del grandullón Orozco... de los Orozco de Fuenterrabía, ande tienen un caserío a orillas del Bidasoa y de los Coucelos Magariños de Melide, por parte materna.
Al mejor estilo bucanero, dejó al Poyo Toribio en plena calle del Príncipe, en calzoncillos y sin querida, sin esposa, secretaria y enfermera...... ¡En el Mor Azo.. se hacen cruces...!
Desperdicio Traviz, manyabutifa, es mucho más agradable en el trato que su socio y compinche.
Es más irracional pero menos engreído... Se nota que trae en sus genes la viveza criolla, heredada de su abuela Guyunusa, la india que supo ser esposa de Tacuabé, que era de Tacuarembó y del Betis, como su nombre no indica.
Consiguió una canonjía en la Catedral de la Malagueta.... y de ser canónigo y monago, vive el chon, a parte de chuparle el vino de Misa al Cura Aurelio, su valedor y salvavidas.
Hoy, con ciento cuarenta kilos repartidos perversamente por su informe cuerpo, no se puede decir que pasa hambre... ni que el trabajo lo mate.
El Poyo Toribio... la cagó... Se jué pa Vijo... y la cagó... En el pueblo, quieras que no, siempre había un alma caritativa que le salvaba la cena... Bastaba bajar al puerto y cualquier pescador le arrimaba media ducia de “xoubas” que llevarse a la boca.... En Vijo... hijo, otras son las dornas y unas las tornas. Ahí, por no dar, no te dan ni los buenos días, ni anque rampe el sol por Rande.
El Desperdicio... é distinto Le gusta el tinto y las gordas. Me refiero a las butifas. Cuanto más gordas, más saborosas las encuentra. Me refiero a las obesas..
El caso es... que extraño a mis dos puntitos. Echo de menos esa fijación que sienten por idear ingeniosos insultos, dulces imprecaciones, puteadas que sólo se pueden aprender en burdeles portorriqueños, provistos con chicas de las Pedanías fronterizas de Aceguá, Bagé y Pelotas... pa bajo, siguiendo los caminitos de tierras coloradasi
Es todo un problema. No tienen donde publicar sus risueñas y primorosas crónicas periodísticas. En ningún otro lado, saben valorar en su justo precio, sus ingeniosos aportes.
Si le digo la verdad, tengo ciertos temores de que, ante tanta adversidad, los dos opten, en cualquier momento por autodefuncionarse. ¡Más grandes "gilipoyicidios", se han visto!
¡Sería una perdularia e irreparable pérdida!!
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O Xan.
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O Xan.
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