viernes, 17 de septiembre de 2010

Divagaciones...

Delirium tremens


El Señor del Tardío Bajamar, irguióse de su lecho con profundo malestar. Oníricas pesadillas demudaban su semblante, contraído a consecuencia de dolorosos retortijones intestinales. Tras ,apenas, tres horas de sueño, su cansancio era evidente. Náuseas, palpitaciones, cefaleas y postradores vértigos lo inutilizaban y atormentaban.

Su actividad en los últimos dias, había sido arrolladora. Sus esfuerzos por “desvirgar a España” el dia anterior, le habían acarreado una visible inflamación de prepucio y hematomas varios en la zona inferior del glande. Observando detenidamente su macilento y desvencijado miembro, le sobrevinieron las dudas de que la tal virginidad de España, quizá fuera un autoengaño, y lo que había desflorado era una vieja zorra, que habia estrechado su conducto vaginal, con las viejas prácticas de las brujas de Zugarramurri, duchas en el uso del tanino. La “chavaliña” de marras era:

Una soberbia matrona
que libre de extraño yugo
no tenía más verdugo
que luchar con la carroña …

El Señor del Tardío Bajamar, tenía una nutrida Agenda y escasas posibilidades de poder cumplir todos sus compromisos empresariales. Sus planes de Venta de solares sulagados en la Laguna Antela de la Limia, la Venta del Puerto de Marín y las carballeiras anexas a la Corporación de Derviches de Marrakech, así como sus habituales transacciones de cáñamo azul, con los – groseramente denominados “puticlubs” – de las carreteras de la desflorada España, tendrían que esperar. En condiciones físicas y anímicas tan deplorables, era imposible pensar en seguir adelante.

Apoyó su atormentada cabeza en la mullida almohada y con una mirada desazonada a su maletín de ejecutivo, que reposaba tímidamente sobre su sillón ergonómico, pensó:

¡ Mi lámpara de Aladino!
Hoy no la puedo frotar…
¿Se escapará el calamar ?
¿Habré ya preñau a España?
¿Conocerán mis hazañas
los curitas del Palmar?

Y en su afiebrado delirio, percibió un lejano son de viola criolla y la voz aguardentosa de un viejo demonio colorao con pitón y horquilla de Neptuno, que murmuraba en su oído:

N´estos senderos muchacho,
hay flores y hay espinas
y todo lo que maquinas,
no dejan de ser macanas…
Tené cuidao que los canas
se apostan en las esquinas.


Dia de la Paz Universal.
Laus Deo ¡!


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