Para el bestio/a
que desea mi deceso.
.
como tú, en cualquier momento,
quiero decirte, chusmiento,
que he tenido mucho gusto
de haberte pegado el susto
del fulminante deceso
de quien te ha sorbido el seso
y masajeado tu busto...
Pero soy como un arbusto
de lapacho colorado,
en tierra bien enraizado
y más duro que el diamante,
si muero, es por un instante,
pa revivir más lozano,
por ser uno soberano
de su vida itinerante.
Hay que aprender a morir,
con tu simulada muerte...
así engañas a la suerte
y prolongas tu existencia,
lejos de la malquerencia
de quien le ruega a Caronte
te cruce hasta el horizonte,
donde acaba la conciencia.
Ante tu incontinencia
de desearme que muera,
¡esto va siendo la pera!
y no pienso hacerte caso...
pa mi sería un fracaso
no morir en primavera.
Ya he preparado la sera
en que viajarán mis huesos
y
he añadido unos quesos
de tetilla de Melide
y pa que nadie me olvide
os dejaré tiernos besos.
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