¡Más te vale!
.
Callar cuando hablan otros.
Tener la boca cerrada,
y sellada a cal y canto.
¡Nunca habrás ganado tanto
por no haber dicho nada!.
.
Y cuando uses la palabra,
piensa antes lo que dices
sin preludios titubeantes...
que para abatir gigantes,
no bastan sólo narices.
¡Ay del hablador proclive
a escucharse a sí mismo!
Es un iluso narciso
que arrastrarán por el piso,
con risas, por su divismo.
La callada, por respuesta,
supera contestaciones
baldías, por presurosas...
Como hacen las buenas mozas:
Callando doman halcones.
Una frase muy feliz
nunca es tan importante,
como elegir el instante
en que sea pronunciada.
Lo que ahora no vale nada,
será en un rato... impactante.
O’Xan
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