Cuando pierde la hoja el árbol,
que el viento arrastra, inclemente,
ya el robusto árbol siente
que se le acerca la hora…
se pone mustio e implora,
porque la muerte presiente.
Cuando, al tiempo, reverdece
con hojas tersas y nuevas,
él, de nuevo, se envanece,
pues su vigor se renueva
y ya cree que no merece,
ir, tan joven pa la cueva.
Y al hombre, le acontece
lo mesmo que a una planta,
con plata se solivianta,
presume y va da bacán,
trata de che al capitán
y de nada él se espanta…
Mas si el viento lo deshoja…
pronto agacha la cabeza,
va perdiendo su entereza
y la vanidad olvida…
¡El regalo de la vida
nos lo roba la torpeza!
que el viento arrastra, inclemente,
ya el robusto árbol siente
que se le acerca la hora…
se pone mustio e implora,
porque la muerte presiente.
Cuando, al tiempo, reverdece
con hojas tersas y nuevas,
él, de nuevo, se envanece,
pues su vigor se renueva
y ya cree que no merece,
ir, tan joven pa la cueva.
Y al hombre, le acontece
lo mesmo que a una planta,
con plata se solivianta,
presume y va da bacán,
trata de che al capitán
y de nada él se espanta…
Mas si el viento lo deshoja…
pronto agacha la cabeza,
va perdiendo su entereza
y la vanidad olvida…
¡El regalo de la vida
nos lo roba la torpeza!
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