el que no lame,
rebaña,
y si te acaricia, muerde,
sin nadie que le recuerde:
“Es
bastardo, quien engaña...”
Se injuria con negra saña,
no se cultivan
afectos,
se magnifican defectos
y se rebajan virtudes...
Si a alguno
lo sacudes,
pa seguir caminos rectos,
desprecian esos trayectos,
¡se
te vienen como aludes!
No se valora el amor,
se alaba el chiste
obsceno,
la serpiente con veneno,
y aún se aplaude al traidor,
al
mismo que, sin dolor,
cambió ambrosía por heno.
Y en este
desenfreno,
producto del revoltijo
donde un grano de mijo
se cree
una mazorca,
se ahorca a García Lorca
y se indulta al del botijo.
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