viernes, 14 de noviembre de 2008

El chon recibe noticias...




Yo me vine pal Marroco,
queridísimo Joet...
e usté cara a la pared,
estimado medianero,
pensará que este viajero,
tá muriendo de hambre y sed...

¡Malhaya, gordo, este moro,
que agarró para Algeciras!
¡He perdido mi tesoro,
por escasísimas liras...

¡Es que no hay n’el Mundo oro
pa pagar a quien admiras!

Compré a un cristiano mohino
con la pata de un marrano...
y todo resultó en vano,
por venirme pa Marruecos,
cambiar por babuchas zuecos
y por chilaba un Mohedano....

En mi jaima, este verano,
contemplaré las estrellas
y extrañaré las Marbellas,
Esteponas, Malaguetas,
jamonerías completas
y otras tantas cosas bellas...

Bellas y velludas, viejo...
tersas como claro espejo...
y yo acá... lejos lejos...
¡Toy malo como centella...!

¡Sólo pienso en aquella
que me tiraba los tejos...!

Con mis esposas moraimas,
aunque pernocte en sus jaimas,
¡nunca! ¡nunca! será igual,
como aquel animal,
que encima... te batía palmas...

Extraño el lecho mullido
en que este moro yacía
con la cristiana que un día
me hizo ver... chiribitas,
que prefiero a mis cabritas
y el desierto sin sandías...

Que por un jamón, un moro,
posea cristiana infiel,
es relamerse con miel,
bocata di cardenale...
¡No todo los animale
saborean la bechamel...

¡Cúidemela, medianero!
Volveré con dos jamone.
Uno pa usté, si se pone
y el otro para ella...
y haremo una paella
¡que habrá que arriar pendones!

Alí Ahmed.

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