-Vo sos un ente de ficción, Sande. ¡Entendelo!
-¡Bueno, carallo...! Ya llegó la prinsesita Pocasjuntas, con su sabeduría y nata!
-¡Claro! Y la prinsesita, se topó con un tarugo que se llama Sande Sandio... qué é,
mal que le pese, un ente de ficción...
-¡Ente... ente...! ¿Quié un ente, vo, listo...?
-Pos un ente é algo que no tiene un ser real... vo... y que sólo existe nel entendimiento de quien tiene entendimiento... ¿Te enteras?
-¡Y yo no tengo un ser real, abombau! ¿No me ves? ¡No me olés? ¡No me rompés los güevos tos los días del año?¡Vos leés muchas historias pendejas y acabarás más sonau que el Pareputitas!.
-¡No se puede conversar contigo... sos más terco que mulo extremeño!
-¡Bah...! Eso lo dijo ayer el Xan...! Vos repetís todo lo que dise el Xan! Hasés como el Pareputitas ese... ¡No tené un griterío propio!
-¡Criterio, querrás decir, tarugón!
-¡Lo que dije é lo que dije...!
-Pos yo nunca grito y meno a los mulo extremeño!
-¡Taría bueno...! ¡Una prinsesita inapetente, una ente, hasiendo papelones reales!
-¡Sande... Sande... que te tás buscando una golpiza!
-De parte de quien? ¿Va a vení el Sétimo de Caballería? ¿El monstro de Tlascahala? ¿O va a sé ella solita, la prinsesita Pocasjuntas?
....
En el aire resonó un estampido como un trueno, acompañado de una fuerte tumefacción en la nariz de un Sande aturdido por el impacto del puño de la prinsesita Pocasjuntas. Sólo atinó a decir:
¡La puta que te parió, ente de mierda! ¡ Te viá a reventá la jeta, traidó, te viá a reventá!
Pero la princesita había volado lejos de su alcance y desde un altozano le hacía el pito catalán y le gritaba con regia vocecita:
-¡Andá, tarugo.. jodete!... amparada tras la pantalla de un lejano roquedal.
.
¡That's the way!
...
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