¡Jajajajajajajajaqjajajajajaja....!
¡Sos pito...! ¡Te lo repito!
¡Y por eso es que te esputo!
porque a la puta y al puto,
hay que quemarle las pata
y como el gato a la rata...
¡meterle el diente al minuto!
¿No ves que ese enano astuto,
escupe, zancadillea...
mete el codo ¡que no vea!
insulta, gime, putea
como un guarro “corruto”?
¡Cobrale a quiien se acusa
de afanar a los vecinos,
de achurar muchos tocinos,
para hacerlos butifarra
y morfárselos en barra,
con sus hermanos porcinos...!
¿Sólo ves, como los chinos
la patada que da el mulo
y no ves el disimulo
con que el pèrfido cafisio
ejerce, impune, su oficio
metiendo el dedo en mi culo?
¡Entregá el marrón...!
¡Entregá el marrón...!
¡No me tiñas de colores
las cenefas del calzón...!
¡Juez ladrón!
y metele ande le quepa
ese chifle a la Pepa
que te sirve de buchón!
¡Juez...!
¡Qué te se ve el pompón!
por arriba de la chepa,
por embajo del jubón!
¡Me río de la amarilla
y los peces de colores
que expelen malos olores...
y me rio del bostezo
que un Juez de poco seso
provoca a los jugadores...!
¡Entregá el marrón...!
¡Ebtregá el marrón...!
... O Celedonio.
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