miércoles, 20 de octubre de 2010

El silencio en la noche...

El silencio de los cucufates...
De la noche a la mañana, como consecuencia de la denuncia del Indio canario Vaimaca del Pirulete, al Cuartel General de Redota, nos quedamos, sin las sabrosas crónicas financieras de Don Pirruco Planchón, periodista redotero de longos alcances intelectuales.

Pero no paran ahí las desgracias que siempre, ya se sabe, vienen acompañadas. Nos quedamos también
sin las geniales frases del especialista en cortos posteos, Don Alvarito, siempre atento a dar el puyazo final a toro caído.

Nos perdemos también y esto ya es menos deplorable las pendejadas del muñequito Cecilio Elber, las papanateces del gran itinerante Bertolín de Camberra y las exuberantes crónicas egóticas del antes mencionado canario de Minas de Corrales, aposentado en la Gran... Canaria.

Nos perdemos, por añadidura, las opiniones del cantor de fangos Magaldi. Las esotéricas y ejemplarizantes monsergas de la eximia poetisa... las puteadas del Pareputitas y los acompañamientos solidarios de Zebollas a todo lo que sea reventar a cualquier solitario transeúnte, sin guardia de Corps... a la vista.

Lo cierto es que, si uno se lo piensa bien, vale más este elocuente silencio de la actual Redota, que las repetitivas y ominosas paridas de todos estos melifluos y homeopáticos personajes...

Si alguna brizna de inteligencia reluce por algún lado, proviene de un tal Pelayo, de una tal Anaka, de la Pataaaaa y, por supuesto, de un tal Cambalache, que hace un siglo amamanta rencores en Redota, sin que haya sido jamás expulsado, lo que habla de los buenos procedimientos usados por Velas I, en procura de favorecer la libertad de expresión de todo el Mundo, incluidas las puteadas que se le dirigen al exótico Bjorn Alles Gute, de Hamburgo, studebaker de altas prestaciones, como buen producto de las praderas de Tacuarembó... que no sólo producen vacas, sino también cornudos becerros.

Fuente:
Pedipedia

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