Los "escozores" son sentimientos originados por las penas y desazones que nos acongojan.
Vienen , desde tiempos remotos, perturbando la serenidad anímica de los humanos.
Según Plutarco, beocio de la Beocia, consumado correcaminos y amigo del Emperador Claudio, la palabra "escozores" proviene de los boyantes tiempos de la Atlántida, antes de ser "submarada", hundida en las simas atlánticas.
La Mitología de los "atlantes", gigantescos ciudadanos de aquel Continente perdido, hablaba de unas fortuitas y lésbicas relaciones,
Así se lo habían contado a Plutarco, quien, sin ambages, lo asumió placenteramente y nos lo transmitió para nuestro conocimiento.
Plutarco nunca lo puso en duda. Él mismo – Plutarco – era hijo de Pluto, un perro portugués y Juana de Arco, una ardiente francesa.
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El desmenuzaniento de las palabras, nos ofrece, muchas veces, descubrimientos históricos inusitados.
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Todo este discurso, surge de que se me ocurrió titular el Poemilla que sigue, con el título de: “Escozores”, sin que ni yo ni nadie, sepamos ni vayamos a saber jamás, el por qué de tal titulación.
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ESCOZORES
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Lo veo entre cuatro cirios,
cebado como un chochán.
rezumando pacharán,
adentro de un ataúd…
y al Xan tañendo en laúd:
"La Rosa d el azafrán"….
Ansí iba cantando el Xan…
dende el fondo del talud:
………….
"De mondar mucha rosa
yo no me alabo,
porque no tengo novio
que tire el clavo.
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La rosa del azafrán
es como la maravilla,
que un día la ve nacer
y la mata el mismo día.
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Me casé con un sastre
por no estar mala,
y el aire de la aguja
me resfriaba.
.
La, la, la, laralala.
La, la, la, la, la, la ..."
………..
Día de Difuntos.
Día de misterio…
Allá en en el predio
del cementerio,
tapia por medio,
grazna una bruja
y una coruja:
¡Ya no hay remedio!
¡ No hay remedio…!
.
Renace el Sol.
Aclara el día.
Han muerto el tedio
y la antipatía…
La melodía
de un violín
suena, por fin
y advierte alegre:
!Dios, más… no fía…!
!Afloja el níquel
de la alcancía…!
.
Muerte venida,
deuda pagada.
,
En la enramada
canta un jilguero
y en el sendero
que va pa bajo,
se oye un : !Carajo…!
de un marrullero…
que va al trabajo
sin su sombrero...
…..
Dende el mangrullo
del estanciero
y con esmero,
sigue el Don Xan
con su laúd,
loando al Sud,
ciscando muertos,
frios y yertos
que en los desiertos
claman: ! Salud!
.
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