Si uno no conociera
el pedigrí del Canelo
pensaría que el desvelo
que aura muestra este sujeto
es muy digno de respeto...
y que cambió de pelo...
.
Para que lleguen al cielo,
súplicas de un condenado,
haber sido perdonado,
sería el primer peldaño,
y estos perdones, hogaño,
seguro que no se han dado.
.
A no olvidar el pasado
y tener siempre presente
que el Canelo es reincidente
y a la hidrofobia propicio...
Les hago, pues, el servicio
del aviso pertinente.
.
¡Tanta súbita bondad!
¡Tanto cuidado en la insidia!
¡Tan lejos de la desidia...!
¡Este Canelo... no engaña...!
Sigue siendo la alimaña,
corroída por la envidia...!
ç
¡Garrote vil al Canelo...!
y sulfatar su corral,
tapiarlo de arena y cal
y colocar un letrero:
"Aquí yace el pendenciero
Canelo... ¡Flor de animal!
. Des Kisio.
.
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