Soledad...

Onofre:

El final de tu posteo, ha sido épico, apoteótico, epopéyico...

¡Gran colofón para tamaña ristra de insensateces choneras y barriobajeras:

" ¡Qué le den!"

¿Bertorella?

¡Tranquilizate Camacho... ¿o te hizo mal el gazpacho?

Mirá Onofre... Tratá de encapsular en ampollas más pequeñas tus grandes decepciones. Te pierdes entre los rastrojos con tan vano e inocuo palabrerío de charlatán de feria. Tu deslavazado discurso, Onofre, sólo nos muestra la inmadurez de tus divagantes ideas, junto a ese hidrofóbico mal fario que te hace aborrecer la vida... y ser aborrecido por las personas de recto criterio.

¡Vas mal, Onofre!

Pretendes ser original y caes "omnilubado" ante la evidencia de tu propia ineficiencia.

Ignorás la Ëtica, la Estéticay la Paripatética aristotélica.

No te asombre este símil que me parece muy apropiado a tu personalidad:

Sos un zángano con pretensiones de abeja reina.

Te incluyo, sin ninguna duda, en el grupo de todos esos que aspiran a morir de éxito...

¡Lástima que para morir, anque sea de éxito, es condición sine qua non, estar vivo...!
¡Y vos de vivo... rien de rien... Onofre...!

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Disculpa que te trate así, un poco displicentemente... No es soberbia...

¡No!

¡Es lástima!

Es quizá, conmiseración ante un personajillo de poca monta y ¡mucha pasiva"remonta"!

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Onofre: Me temo que tus embusterías y tu impío modo de proceder, que ya te han sumido en esa miseria moral en la que chapoteás, terminarán por consumir tus huesos y serás mercadeado como pollo desosado en cualquier vitrina de un viejo almacén del Puerto Rico.

Onofre... ¡hijo!... Reacciona.

¡Mira como has dejado estos Foros, hechos unos zorros...!

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¿Ande jueron a parar aquellas "alturas", "amplitudes de miras", loas peperas y manolescas, aquellas invocaciones patrióticas y delirios grandilocuentes...?

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Toda tu ideología, ha resultado ser pura cascarilla... Onofre...

¡Inútil fanfarria!

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Pero, como decís los chones:

¡Seguí participando!

Seguramente para ti, es imposible encontrrar una nueva vida fuera de Redota... Onofre.

No creo ya, que tenga tu vida cabida en ningún otro lugar...

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¡Porca miseria!

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El Zapa.

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