San Juan Bautista
¡Buenos días, Redoteros! ¡Buenos días, santos y felices! Hoy se conmemora a San Juan Bautista, San Xoan, Profeta, Mártir y Bautizador del mismo Cristo en las milagrosas aguas del multimilenario río Jordán.
Hoy se celebra al Santo, cuyo nombre llevaron veintitrés Papas de la Iglesia Católica, la Papisa Juana, Juan sin Tierra, Juan sin Miedo, Juan de Juanes, Juan Pueblo, Xan das Bolas, Juan de la Cosa... y el "coso ese" - como dice el Poyo - llamado Xandaponte, mi entrañable amigo de toda la vida. ¡Hay Juanes como pa llenar una canastilla! Hasta el inventor del eructo se llamaba Juan. Juan Regüeldo. ¡Felicidades para todos!
¡Es día de regocijo!
Se nos ha ido la Primavera como un suspiro y con ella los malditos pólenes generadores de las insufribles alergias. LLega el estío con sus pintrorescos turistas, dispuestos ya, a tostarse en las parrillas playeras de nuestros fecundos mares y rías. ¡Hay que ser optimistas! La Crisis... está aflojando... Pocos decenios más y España recuperará las Subvenciones de la Xunta a fondo perdido para indigentes que estén al loro, los Directores de las Caixas activarán sus teléfonos directos con los mas emprendedores súbditos de este Reino y los Marlboro, recuperarán su status dentro de nuestra avanzada Sociedad del Bienestar. Travices y Anakas, harán las paces, lo mismo que pontexos y chamacos. Volverán los polidígitos a atiborrar nuestras Cuentas Corrientes y todos los males pasados, quedarán como malos sueños de una noche de bochorno.
"Nihil novum sub solem", como dice la matrona en castellano, porque la pobrecilla... de latín... ná de ná... ¡Todo hay que decirlo!: ¡Sabe inglés de Camberra! ¡Nada nuevo bajo el sol! Así ha sido siempre y seguirá siendo. Tras la tempestad... la calma... y Diluvios... ¡tranquilos...! Tenemos la promesa del Dios Padre, de que con uno ya hubo bastante y que jamás tendremos otro.
A los últimos mensajes escritos por el Dúo melancólico, formado ahora, por Don Poyo y Doña Naka, no me voy a referir... Los voy a dejar en el Limbo de los estereotipos inocuos y demasiado recurrentes, carentes del más mínimo atisbo de inteligencia. Es lo normal y previsible en los chones.
¡Qué el aserrin, aserrán y los maderos de San Juan, iluminen vuestra noche oscura... chones! Para los demás: ¡Vuestro será el Reino de los Cielos!
Es el deseo de la
Tía de la Ría. Rezadora profesional. |
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