domingo, 28 de junio de 2009

De la vida séptica de Aparicio Traviz...



Frágil como mariposa
aleteando sultilmente
y admirada por la gente,
se posa de rosa en rosa
y de forma muy graciosa
vuela contra la corriente...
.
Luego, seria y displicente,
se agarra de la fregona
y tanto en fregar se encona
que el señor don mariposo
o sea su fiel esposo,
la manda para Estepona...

.¡El queda lleno de gozo
esperando otra persona!
.

Así nacieron los cuernos
del eminente Aparicio,
ella estaba de servicio
y él comiendo butufarra,
él debajo de la parra
y ella encima de un fenicio.
.

Ahí empezó la historia
del tremendo maleficio:
Él con la mano en la jarra
y la de ella, en otro sitio.
.

Martín Moralêjo
con acento^.

.

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