¿Alguien podría pemsar...
que sea yo, precisamente,
quien de forma incongruente,
ataque a los pajarillos,
a las flores con sus brillos
y a la hija del Teniente?
¡Ni en Oriente, ni Occidente,
hay Pueta que haga eso....!
Pagaría tal exceso
con mera escasez de rima
y sufriría el estigma
de la Curia y del Congreso...!
¿Como un Pueta de peso
puede vivir sin jazmines
para rimar con delfines
o sin los rojos claveles
que riman co la Cibeles
y otras diosas afines?
¡Qué serían lo sanfermines
sin chapelas coloradas,
pajarillas asombradas,
tapando las coronillas
de navarros que a escondidas,
se maman como becadas?
¿Y yo sin mis benteveos,
buchones escandalosos,
qie me avisan presurosos
la presencia de los chones
que llegan a trompicones,
hambrientos y belicosos?
¡Déjenme el agua en sus pozos,
las rosas en el rosal,
los pollos en el corral,
los cerdos en su chiquero...
y la mujer que yo quiero,
bien cerquita, en mi casal.
¡Y para bien o pa mal,
seguiré haciendo versos,
pa cristianos y conversos,
o cualquier otro animal...!
Y el Gran Dios Celestial
no penará a este perverso.
Des Kisio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario