Xan Cela Celades das Pontes.

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Adoro a Cantinflas.
Al Chavo del Ocho.
Rechazo a Pinocho
y odio a Madona,
Amo a Barcelona
y al fértil Garocho.

No me hago el bocho,
con gente del Nabo,
cuzquitos sin rabo
que buscan camorra,
bastardos de zorra
cruzada con pavo.

Celebro y alabo
los buenos Rioja
y me la trae floja
el chusma barato
que la va de gato
y nunca se moja.

A la pata coja
corro más que ellos,
mesan sus cabellos
y rumian pendencias,
traman indecencias
y van a degüello.

Se le eriza el vello
de piernas y brazos,
regalan abrazos
a sus alcahuetes
y sólo en retretes
se ven sus retratos.

hablan, hablan, hablan,
despotrican, gimen…
Babean, se exhiben
clamando justicias,
buscando caricias
que indulten su crimen…

Pendorchos, bufones,
trileros y vagos,
ansiosos de halagos
y más de cariños,
pobres “coitadiños”
doblaus por lumbagos.

Tómense unos tragos,
nobles ciudadanos,
de pelajes canos
y almas escondidas
entre retorcidas
chircas de pantano.

No sufran en vano
sus propias carencias,
acá sus presencias,
igual estimamos
y hasta celebramos…
con risas… sus ciencias.

Esto ya no va
de zurdos o diestros…
alumnos, maestros,
legal o ilegales…
Esto va de leales
o… parvos siniestros.

Xan.