- ¡Hola Nicoleti! ¿Cómo va eso? ¿Pican o no pican?.
- ¿Qué tal, Xan? Ya ve… Una doraditas pa la cena, ya tengo en el cesto.
Si las quiere a la plancha, vamo p’allá.
- ¿No, home, no…! Gracias. Estos días, estoy muy ocupado. Tengo que hacer de catedrático de Payadas…
- ¿Catedrático…?
- Pos eso, Nicoleti. Que una prestigiosa china de Redota, de cuyo nombre no quiero acordarme, solicitó "mis profundos conocimientos en la materia", pa que le enseñe la mejor manera de perder el tiempo, pero en verso…Hasta ahora lo estuvo perdiendo en prosa, muy airosa, por cierto… Y bastante airada. No menos cierto.
- ¿Y usté, le dijo que sí… que le iba a enseñar…?
- ¡Hombre, Nicoleti…! Una dama… es una dama… ¿No?
A dama de prosa airosa,
nunca le niegues un verso…
Ningún poeta perverso,
contradice a una diosa…
¡Tá bien…! Pero dígame: ¿Esa dama de airosa prosa, está güena?
-Nicoletti, usted sabe bien que yo ese adjetivo, lo utilizo exclusivamente, para calificar al jamón de Jabugo Pata Negra. Y permita que ahora me concentre y de comienzo a mi lición nº l, sobre Preceptiva Literaria, que no es moco de pavo.
- ¡Pajarito… y no volaba…! ¡ Bueno, péguele nomás…! Yo escucho, si me permite…
- ¡Hombre claro…! y meta la cuchara, si ve que me voy por los Cerros de Úbeda.
Empecemos por decir, que en los principios de las Edades, cuando el hombre se irguió sobre sus patas traseras y convirtió las delanteras en brazos, pudo como los babuinos, contemplar más lejanos horizontes. Ahí tuvimos al “hombre erectus”, que podía ver y mirar mejor y más " lejus...", que gruñía, graznaba y piaba, imitando a los animalitos de su entorno.
Un día, que bien podría ser un lunes de Abril, el hombre, inventó la palabra.
Hay serias dudas, sobre si la primera palabra emitida por el hombre, jué: “mama” o “caca”. Creo que jamás lo podremos saber, a ciencia cierta.
La palabra jué desarrollándose, a medida que pasaban las Edades de la Piedra, del Hierro, del Bronce…etc. hasta llegar a la Edad del Plástico, que es la que ahora vivimos. También se llama, como es sabido, Edad Contemporánea:
en que de forma espontánea,
el hombre con su palabra,
mata injuria, descalabra,
blasfema, hiere, tortura…
y si puede, aún procura,
cornear como la cabra…
Cuando las palabras fueron muchas y ya cada cosa tenía su nombre, llegó el momento de inventariarlas, regularlas y reglamentarlas. Entonces, se inventó la Analogía, la Sintaxis, Prosodia y Ortografía…: La "Gramática", en una palabra.
“Y eso fue bueno”… hubiera dicho Dios, si Él se hubiera ocupado de estas cosas tan mínimas. El hombre, con sus dos dedos de frente, que son los menos dedos de frente que puede tener un hombre, ya que a pocos, Dios les dió más, diose cuenta, que esas benditas palabras, podían ser expresadas de dos maneras diferentes.
Y aquí, ya entramos en el meollo del cogollo del bollo.
Se podían expresar, estimada dama, en: PROSA y en VERSO.
La Prosa es la forma natural y habitual de la escritura. Pero como no es el objeto de nuestra lición, la pasaremos por alto e iremos, directamente, al gránulo, partícula de materia de pequeño tamaño, que por pequeño, nos será más fácil abarcar. No digo grano, por la purulencia que segrega alguna de las acepciones de este vocablo.
Tras este necesario preámbulo, mañana o pasado, seguiremos avanzando, y entraremos ya, de lleno, en lo que es el Verso, sus múltiples variedades… etc.
- Sí, Don Xan:
Que se nos viene el relente
y este pescau, pide brasa…
Con palabras no se pasa,
de ser flaco a ser gordo,
yo la sextilla la bordo,
pero cebau y… sin tasa.
Y usté sabe, como yo, Don Xan, que de las palabras, viven sólo cuatro poetas muertos y millones de cuenteros "vivos"…
Ansina que… a cenar,
que me invadió la gazuza,
con doradas y merluza,
anque no haya langostinos,
en habiendo güenos vinos,
resolvemos… la chapuza.
La Dama de prosa airosa,
espere con devoción,
que la segunda lición,
prontito tendrá… la moza.
Xan das Pontes.
- ¿Qué tal, Xan? Ya ve… Una doraditas pa la cena, ya tengo en el cesto.
Si las quiere a la plancha, vamo p’allá.
- ¿No, home, no…! Gracias. Estos días, estoy muy ocupado. Tengo que hacer de catedrático de Payadas…
- ¿Catedrático…?
- Pos eso, Nicoleti. Que una prestigiosa china de Redota, de cuyo nombre no quiero acordarme, solicitó "mis profundos conocimientos en la materia", pa que le enseñe la mejor manera de perder el tiempo, pero en verso…Hasta ahora lo estuvo perdiendo en prosa, muy airosa, por cierto… Y bastante airada. No menos cierto.
- ¿Y usté, le dijo que sí… que le iba a enseñar…?
- ¡Hombre, Nicoleti…! Una dama… es una dama… ¿No?
A dama de prosa airosa,
nunca le niegues un verso…
Ningún poeta perverso,
contradice a una diosa…
¡Tá bien…! Pero dígame: ¿Esa dama de airosa prosa, está güena?
-Nicoletti, usted sabe bien que yo ese adjetivo, lo utilizo exclusivamente, para calificar al jamón de Jabugo Pata Negra. Y permita que ahora me concentre y de comienzo a mi lición nº l, sobre Preceptiva Literaria, que no es moco de pavo.
- ¡Pajarito… y no volaba…! ¡ Bueno, péguele nomás…! Yo escucho, si me permite…
- ¡Hombre claro…! y meta la cuchara, si ve que me voy por los Cerros de Úbeda.
Empecemos por decir, que en los principios de las Edades, cuando el hombre se irguió sobre sus patas traseras y convirtió las delanteras en brazos, pudo como los babuinos, contemplar más lejanos horizontes. Ahí tuvimos al “hombre erectus”, que podía ver y mirar mejor y más " lejus...", que gruñía, graznaba y piaba, imitando a los animalitos de su entorno.
Un día, que bien podría ser un lunes de Abril, el hombre, inventó la palabra.
Hay serias dudas, sobre si la primera palabra emitida por el hombre, jué: “mama” o “caca”. Creo que jamás lo podremos saber, a ciencia cierta.
La palabra jué desarrollándose, a medida que pasaban las Edades de la Piedra, del Hierro, del Bronce…etc. hasta llegar a la Edad del Plástico, que es la que ahora vivimos. También se llama, como es sabido, Edad Contemporánea:
en que de forma espontánea,
el hombre con su palabra,
mata injuria, descalabra,
blasfema, hiere, tortura…
y si puede, aún procura,
cornear como la cabra…
Cuando las palabras fueron muchas y ya cada cosa tenía su nombre, llegó el momento de inventariarlas, regularlas y reglamentarlas. Entonces, se inventó la Analogía, la Sintaxis, Prosodia y Ortografía…: La "Gramática", en una palabra.
“Y eso fue bueno”… hubiera dicho Dios, si Él se hubiera ocupado de estas cosas tan mínimas. El hombre, con sus dos dedos de frente, que son los menos dedos de frente que puede tener un hombre, ya que a pocos, Dios les dió más, diose cuenta, que esas benditas palabras, podían ser expresadas de dos maneras diferentes.
Y aquí, ya entramos en el meollo del cogollo del bollo.
Se podían expresar, estimada dama, en: PROSA y en VERSO.
La Prosa es la forma natural y habitual de la escritura. Pero como no es el objeto de nuestra lición, la pasaremos por alto e iremos, directamente, al gránulo, partícula de materia de pequeño tamaño, que por pequeño, nos será más fácil abarcar. No digo grano, por la purulencia que segrega alguna de las acepciones de este vocablo.
Tras este necesario preámbulo, mañana o pasado, seguiremos avanzando, y entraremos ya, de lleno, en lo que es el Verso, sus múltiples variedades… etc.
- Sí, Don Xan:
Que se nos viene el relente
y este pescau, pide brasa…
Con palabras no se pasa,
de ser flaco a ser gordo,
yo la sextilla la bordo,
pero cebau y… sin tasa.
Y usté sabe, como yo, Don Xan, que de las palabras, viven sólo cuatro poetas muertos y millones de cuenteros "vivos"…
Ansina que… a cenar,
que me invadió la gazuza,
con doradas y merluza,
anque no haya langostinos,
en habiendo güenos vinos,
resolvemos… la chapuza.
La Dama de prosa airosa,
espere con devoción,
que la segunda lición,
prontito tendrá… la moza.
Xan das Pontes.
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