...
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LOS JILGUEROS CANTARINES
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El "sentimiento"... se siente
mas para hacerlo sentir
hay que saber transmitir,
no cantarlo con las manos,
eso ni los otomanos
lo podrían concebir.
mas para hacerlo sentir
hay que saber transmitir,
no cantarlo con las manos,
eso ni los otomanos
lo podrían concebir.
Pide que le den pelota
!no está pa vulgaridades!
y entra con más veleidades
que el mesmo Lope de Vega,
que ni dice cuando llega,
buen dia a los comensales.
Muchas ínfulas nos trae,
pa ser un desconocido,
quizá caído de un nido
o de lo alto de la parra,
pa mi, que viene de farra
haciéndose el entendido.
Hay que usar el guën sentido,
cuando se entra a un fogón
es de güena educación,
por lo menos, decir hola
y no a punta de pistola,
exigir nuestra atención.
La coraza que el facón
del tiempo le perforó
y la Patria que guardó
en su mentado bolsillo
por darle él tanto brillo,
quizá, por eso, se hundió.
Nunca se vendió por plata
¿y quien dice que así juera?,
usté, saca la caldera,
antes que caliente el agua,
y embajo de la enagua...
allí habrá lo que Dios quiera.
Cuando aparece un vientito
y él mesmo se proclama
un poderoso somoún,
pienso: !Güeno otro Juan Gilún
que viene a apagar la llama,
dende el fondo del Aiún
Y sigue despotricando
contra cualquier ser viviente,
que si el alma es una fuente,
en alguna madrugada...
y una sarta inusitada
de frases incoherentes.
O es el mesmo Cambalache
o su réplica cabal,
es que son tal para cual,
con la misma amargura,
la misma triste figura
y el reproche banal.
Y en llegando al final
cita a Don Zitarrosa
de forma tan poco airosa,
tan desabrida y tan sosa,
que indica que hay poca sal
en su bocha caprichosa.
No menciones a la Patria,
si no la sabes honrar...
Si tuviste que rajar,
aguantá piola, viejo,
!O la chancha o el conejo
y al cuartito a llorar!!
Mire, Fulano, colega,
como no lo vide entrar,
no le di la bienvenida…
Se olvidó de saludar,
y yendo yo de salida,
sí le digo: ¡Guën pasar...!
!no está pa vulgaridades!
y entra con más veleidades
que el mesmo Lope de Vega,
que ni dice cuando llega,
buen dia a los comensales.
Muchas ínfulas nos trae,
pa ser un desconocido,
quizá caído de un nido
o de lo alto de la parra,
pa mi, que viene de farra
haciéndose el entendido.
Hay que usar el guën sentido,
cuando se entra a un fogón
es de güena educación,
por lo menos, decir hola
y no a punta de pistola,
exigir nuestra atención.
La coraza que el facón
del tiempo le perforó
y la Patria que guardó
en su mentado bolsillo
por darle él tanto brillo,
quizá, por eso, se hundió.
Nunca se vendió por plata
¿y quien dice que así juera?,
usté, saca la caldera,
antes que caliente el agua,
y embajo de la enagua...
allí habrá lo que Dios quiera.
Cuando aparece un vientito
y él mesmo se proclama
un poderoso somoún,
pienso: !Güeno otro Juan Gilún
que viene a apagar la llama,
dende el fondo del Aiún
Y sigue despotricando
contra cualquier ser viviente,
que si el alma es una fuente,
en alguna madrugada...
y una sarta inusitada
de frases incoherentes.
O es el mesmo Cambalache
o su réplica cabal,
es que son tal para cual,
con la misma amargura,
la misma triste figura
y el reproche banal.
Y en llegando al final
cita a Don Zitarrosa
de forma tan poco airosa,
tan desabrida y tan sosa,
que indica que hay poca sal
en su bocha caprichosa.
No menciones a la Patria,
si no la sabes honrar...
Si tuviste que rajar,
aguantá piola, viejo,
!O la chancha o el conejo
y al cuartito a llorar!!
Mire, Fulano, colega,
como no lo vide entrar,
no le di la bienvenida…
Se olvidó de saludar,
y yendo yo de salida,
sí le digo: ¡Guën pasar...!
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Xancele
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